Swingtiago para mí

Fabiola Silva nos cuenta su experiencia con el lindy hop.

 

Swingtiago para mí…

Transcurría el año 2016, mi vida en ese momento la vivía cumpliendo las rutinas de siempre, rutinas bellas por cierto. Sin embargo, un día jueves se canceló uno de los compromisos que debía cumplir, coincidentemente un amigo compartió un evento en facebook que hablaba de una clase abierta de Lindy Hop en el Cachafaz del Barrio Italia “Lindy Hop ¿qué es esto?”, no me sonaba a nada, a ningún baile que pudiese haber conocido antes.

Decidí ir y me encontré con un mundo entero. El lugar era maravilloso. Llegué de las primeras, sólo estaban Álex y Laura, no sabía en ese momento que eran los profesores. La clase fue muy entretenida y lo más sorprendente vino después: el lugar se llenó de gente que bailaba esto del Lindy Hop y cuando lo hacían, irradiaban alegría por doquier. Bailaban hermoso, con una energía increíble que traspasó todo mi ser, yo quería ser parte de eso. Era una comunidad en donde se transmitía alegría, energía y generosidad. Sola, mientras estaba sentada en mi mesa, mirando todo esto, un chico me sacó a bailar, le dije que era primera vez que iba y me dijo no te preocupes, yo te muestro unos pasos. Desde ese día quedó en mi mente, en mi cuerpo y en mi alma, las ganas de formar parte de aquello.

Eso fue en Febrero pero no podía tomar clases en la semana por mis deberes y compromisos ya establecidos. Llegó Junio y descubrí que había clases intensivas los días sábado en la calle Tegualda del Barrio Italia. Desde ese momento no he parado. Tuve que tomar decisiones dolorosas, como dejar una de mis otras pasiones que era el canto, pero creo que haber ingresado al mundo de Swingtiago ha sido grandioso.

Swingtiago para mí es parte de mi vida hoy. Voy dos días a la semana a clases, sin embargo está la posibilidad de ir a las Jam tres veces a la semana. Las Jam son fiestas en la misma escuela, donde se pone música para bailar y practicar lo aprendido en clases, y al menos una vez al mes se organiza un Clandestino, que significa poner un parlante en un espacio público y bailar por un par de horas allí.

Swingtiago para mí es música, baile, alegría, amistad, buenos deseos, generosidad, pasión por aprender, energía y vibrar en una sintonía distinta a la habitual. Me enamora ver cómo la gente disfruta cada vez que bailamos. Abuelos y abuelas, adultos, jóvenes, niños y niñas que se animan a ingresar a la pista de baile a mover su cuerpo al ritmo de la música. Me enamora ver la felicidad de mis amigos al bailar y me enamora sentirme como me siento, pues mi cuerpo ahora tiene más vitalidad y mi corazón se siente llenito de Swing y amistad.

Los invito, sin dudar a probar, a mirar, a preguntar y a vivir la experiencia de bailar al ritmo del Swing.

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